El Éxito
En 1923, en las carreras de caballos de Nueva York, ocurrió un evento sorprendente: Frank Hayes, un jockey suplente, logró cumplir su sueño de ganar una carrera montando a su caballo Sweet Kiss. Sin embargo, durante la competición, Hayes sufrió un infarto y cruzó la meta ya sin vida, convirtiéndose en la única persona en ganar una carrera estando muerto.
“El esfuerzo y la emoción resultaron demasiado grandes”, dijo el Daily News de Nueva York.
Pero ¿se puede considerar realmente un sueño cumplido? Aunque Hayes logró cruzar la meta en primer lugar, el precio fue demasiado alto. Su historia nos lleva a reflexionar sobre los límites entre alcanzar nuestras metas y el precio que estamos dispuestos a pagar por ello.
¿Estamos realmente preparados para enfrentarnos a estos desafíos?
Los profesionales, con frecuencia nos encontramos persiguiendo metas que pueden resultar inalcanzables. La presión, el estrés y el agotamiento son parte común de este escenario, comparables a las tensiones en las carreras de caballos.
Pero, al igual que un jockey debe estar física y mentalmente preparado para competir, también debe ser capaz de mantener la calma y la concentración durante la carrera.
Es crucial establecer metas realistas, tanto a corto como a largo plazo, y contar con un equipo bien preparado para alcanzarlas. Pero también debemos reconocer la importancia del descanso y la recuperación. Como líderes, debemos ser responsables de cuidar nuestra energía física y mental para llegar a la meta de manera segura y exitosa.
Las empresas como Google, Microsoft, Johnson & Johnson, entienden que el bienestar de sus líderes y empleados es clave para mantener la productividad, la creatividad y la satisfacción en el trabajo, lo que contribuye a su éxito a largo plazo.
Optimiza tu Energía para el Éxito a Largo Plazo: Rutinas y Estrategias
Para equilibrar el esfuerzo y el descanso, y así asegurar un rendimiento sostenible, te propongo el siguiente ejercicio práctico que puedes implementar en tu entorno laboral:
Reflexiona: Dedica 15 minutos cada viernes para evaluar tu semana. Identifica los momentos de mayor estrés, satisfacción y agotamiento. Pregúntate:
• ¿Cuáles fueron los momentos de mayor tensión?
• ¿En qué actividades encontré mayor satisfacción y energía?
• ¿Hubo algún momento en el que me sentí abrumado o agotado?
Registra tus respuestas en un diario o en una aplicación de notas. Esto te ayudará a identificar patrones de agotamiento y momentos de alta productividad.
Descansa: Integra pequeños descansos de 5-10 minutos cada 90 minutos para desconectar y recargar energías. Utiliza este tiempo para relajarte, hacer ejercicios de respiración o simplemente dar un paseo corto.
Revisión de Tareas: Cada lunes, revisa y delega tareas a tu equipo. Fomenta un ambiente donde todos compartan la carga de trabajo y estén dispuestos a pedir ayuda cuando sea necesario.
Desconexión Tecnológica: Al final del día, desconéctate de las pantallas para permitirte relajarte y descansar adecuadamente.
'Un buen líder reconoce que el descanso no es un obstáculo para el rendimiento, sino un aliado imprescindible para alcanzar nuestro máximo potencial'
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Referencias:
New York Times